Derechos de los niños... ¿Y los deberes?

No puedo dejar de pensar que el hecho de que los menores conozcan sus derechos es un gran avance en este campo. Cuando todas aquellas personas que pueden y deben protegerte fallan, pequeño, las instituciones están ahí en pos de tu seguridad y de garantizar que tus derechos básicos se respetan. Ese es el mensaje que lanza el defensor del menor en Andalucía que, además de otras campañas informativas, se da a conocer en la web http://www.defensordelmenor-and.es/ de contenido accesible y práctico, y de la que cabe destacar el espacio dedicado a los niños, en flash, mucho más fácil aún de entender y manejar.
Los derechos de los que se trata aquí son los fundamentales: derecho a una alimentación adecuada, educación, protección, igualdad en cuanto a sexo, cultura, origen y religión, amor y protección, juego, salud y calidad de vida... Y otros igual de fundamentales. Es bueno que los niños sepan que esas son cosas que se merecen siempre, porque desgraciadamente es muy fácil privar a un niño de sus libertades sin que éste rechiste por ellas, y sobre todo si no las ha tenido nunca.
Hablamos de todo tipo de situaciones, aquéllas en las que es obvio que se vulneran los derechos, y aquéllas en las que no es tan obvio. Niños desatendidos en cuestiones de higiene, educación o juego, niños que ven su integridad en peligro, malos tratos, abusos sexuales o simplemente abandono.
El defensor del menor en Andalucía pone a disposición de los menores o de aquellas personas que conozcan un caso de este tipo, un teléfono de contacto.
Ahora bien, aún a riesgo de resulta políticamente incorrecta (desgraciadamente la vida parece dar cientos de oportunidades para la crítica), reconozcamos que las instituciones hacen, por contra, una escasa publicidad de los deberes del ciudadano y, por ende, del menor.
Como siempre, explico la sentencia:
Hace ahora casi dos años el Defensor del Menor en Andalucía hizo llegar a los colegios públicos de la Comunidad un cartel informativo de estos mismos derechos de que hablamos (derechos que, aclaro, no son invención ni redacción de la Junta, sino que provienen de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Niños como, por otro lado, parece innecesario aclarar) en los que el dibujo de un niño alzaba la mano haciéndose notar y sentenciando "yo también tengo mis derechos", al tiempo que, con la otra mano, agarraba un cartel con los datos del Defensor del Menor. Por la otra cara (¿de qué sirve un cartel con doble cara?) incluía una versión abreviada de la Convención de las Naciones Unidas, quiero pensar que para lectura de los maestros, y además se me ocurren multitud de actividades de información y participación, pero ésta no es la cuestión. La cuestión es que el niño se erige él mismo como adalid de sus propios derechos, se impone a la autoridad imperante y se hace valer al amparo de la institución... No estoy de acuerdo. Creo que las instituciones deben proteger al menor, pero no me parece bien que el menor lleve la carga y la reponsabilidad de preservarlos y defenderlos él mismo, porque no está preparado para ello y no es ése el cometido de la etapa en la que se encuentra. Pudiera parecer que el Defensor está descargando su responsabilidad y la de la Escuela en el pequeño, dándole a éste competencias que no puede llevar a cabo y quitándole responsabilidad a quien debe amparar al niño. Por eso tienen derecho al amparo y al amor, la educación etc., porque no tienen la madurez necesaria para valerse por ellos mismos, ni la mesura adecuada para reflexionar acerca de estos temas.
También hay otra cuestión (siempre la hay). Esa política de la que ya he hablado en otras ocasiones, según la cual impera el compadreo profesor - alumno (perdonen la expresión) y la reivindicación de los derechos a costa de las obligaciones. Me hubiera gustado un cartel compañero a éste, un cartel en el que ese misño niño alzara la mano afirmando que también tiene obligaciones. Porque eso mismo es lo que se le está tratando de enseñar, poco a poco, paso a a paso, que tienen que cumplir con sus obligaciones porque éstas siempre deben ir unidas a los derechos. La autoridad del maestro debe, para la buena conclusión del proceso enseñanza - aprendizaje, ser incuestionable. Carteles y políticas como esta cuestionan la labor del docente.
Ser responsable con las obligaciones les llevará en el futuro a la madurez tan ansiada en la que se valdrán por ellos mismos. Mientras tanto, de la misma forma en que velamos por el cumplimiento de sus obligaciones, debemos velar de manera más efectiva por sus derechos, es lo propio, nuestra labor y nuestro deber como adultos, ya que hablamos en estos términos. Sencillamente, no es una cuestión de moralidad ni de autoritarismo, sino de pura lógica: ahora están en el momento de descubrir, aprender y disfrutar de su infancia con ahínco, esa es su verdadera obligación y a la vez su más valioso derecho. No tienen tiempo para nada más. No deberían tenerlo.
Defiéndeles:

Este sitio web dispone del acceso a otros organismos defensores en este listado de vínculos

Coeducación, sin ningún género de dudas.

La web SinGénerodeDudas.com publica hoy un manifiesto de Ppiina (La Plataforma por Permisos Iguales e Intransferibles de Nacimiento y Adopción) que denuncia la intención de la Unión Europea de ampliar el permiso por maternidad a 18 semanas, en el trancurso de esta semana, porque, en palabras de la plataforma:
Una vez que ambos progenitores tengan permisos iguales e intransferibles, podrían aumentarse estos permisos al unísono. Mientras, aumentar el de Maternidad sería agravar aún más las diferencias.
Porque, según la plataforma,
La desigualdad entre los permisos de maternidad y paternidad refleja la concepción de que son las mujeres las que deben ocuparse prioritariamente del cuidado. Es, pues, un residuo del pasado que no refleja los valores adoptados hoy en día por la sociedad.

Denunciamos la incoherencia de la Comisión Europea, que clama por la igualdad a la vez que toma medidas en sentido contrario. ¿Cómo vamos a exigirles corresponsabilidad a los hombres si no se les otorgan los derechos sociales para ejercerla? ¡No privemos a los bebés del cuidado de sus papás!

Denunciamos tambien el argumento falaz de la Comision Europea, que, escandalizada por la diferencia entre tasa de ocupacion masculina y femenina, a favor de los hombres (¡ya era hora!), propone medidas como esta, que desincentivan la contratacion de mujeres en edad fertil. Todos los estudios sobre tasa de ocupacion y permisos parentales (incluídos los de la CE) desmontan esta suposicion llena de prejuicios.

Y, en su lugar proponen una nueva reforma legslativa que:
Establezca que los permisos por nacimiento y/o adopción deben concederse a cada progenitor de tal manera que sean INTRANSFERIBLES, DE IGUAL DURACIÓN y CON LA MISMA PARTE OBLIGATORIA.
Especifique las medidas transitorias necesarias para aumentar progresivamente el permiso de los padres (o del ‘otro progenitor’) hasta llegar en un plazo razonable a la igualdad, empezando por ESTABLECER DE INMEDIATO LAS SEIS SEMANAS OBLIGATORIAS PARA LOS PADRES (es la parte obligatoria que ya tienen las madres)
Y después se afirma que
Esta reforma es asequible económicamente y constituye una inversión muy rentable para terminar con el despilfarro actual del capital humano de las mujeres y del potencial cuidador de los hombres.
La plataforma reivindica así el derecho del hombre a responder y participar en los primeros meses de vida del bebé de la misma manera en que lo hace la madre, y critica la propuesta de la UE porque supone una nueva barrera a la contratación de mujeres, lo que probablemente sea muy cierto. Establecer, por tanto, permisos iguales es la prioridad en este momento.

Reivindicaciones como éstas son necesarias para destruir las fronteras entre uno y otro sexo. Igual que la propuesta de Sin Género de Dudas, una red dedicada a proponer la igualdad entre sexos en los sectores donde aún no se ha impuesto, como por ejemplo la economía (empleo, empresa...), el conocimiento y uso de las TICs para mejorar la vida de las mujeres a través de la información... Sin duda un buen espacio para comenzar por algún sitio.
Sin embargo hecho de menos el pilar fundamental para la consecución de la igualdad, la educación de los niños en la escuela y la familia. Aclaro esta afirmación:
Dejo al margen el hecho de que encuentro equivocada la postura de este tipo de organismos de mirar demasiado "hacia adentro", esa postura tan bien vista hoy día por la cual un colectivo ve las soluciones dentro de ese mismo colectivo, organiza actividades para el propio colectivo, charlas para su colectivo, jornadas para su colectivo... Y al final no remueven conciencias más allá de sus fronteras, aún cuando la petición es tan legítima como ésta. Como digo, dejando al margen esa cuestión, como maestra tengo la más absoluta convicción de que la educación es la respuesta a muchos de los males sociales de hoy día, porque un niño que sabe que un oficio puede ser desempeñado por cualquiera de los dos sexos, lo encuentra normal y no lo duda en ningún momento, es un niño que no discrimina en razón del sexo, e igual vale este ejemplo para todos los aspectos que nos preocupan hoy día.
Ese niño que alcanza los valores que se reivindican hoy día, los conoce y los acepta porque se le han inculcado en la escuela y la familia, los dos primeros y fundamentales agentes socializadores, donde debe adquirir un buen nivel cultural, unos valores basados en el respeto y un sentido crítico de la existencia, sentido éste que les permitirá ser inconformistas con el sistema, siempre atento a las injusticias sociales.
La escuela ocupa unos años esenciales en la vida de lo hijos, y no sólo eso, sino que es la actividad diaria que más tiempo les ocupa (y está bien que así sea, a mi juicio), con lo cual tenemos ante nosotros una maravillosa oportunidad de erradicar las dramáticas consecuencias de la discriminación sexual, ya que hablamos de este tema.
Por eso la coeducación es uno de los buenos planteamientos educativos de la actualidad, que ya se lleva a cabo en muchos centros como un tema transversal.
Sea un mal o un buen comienzo, lo suyo es empezar, y la realidad es que hoy en día podemos encontrar multitud de recursos para nuestras actividades de coeducación. Supongo que con interés y algunas mejoras (como introducir la coeducación en las escuelas de padres, o generalizar esa enseñanza en la escuela de padres, mejor dicho) no a mucho tiempo vista tendremos la escuela que buscamos, sin dudas de ningún género*.

Para leer:
Recursos en Red:







*el género es un rasgo gramatical, entre otras deficiniciones.
La palabra sexo es la correcta para designar aquello de lo que aquí tratamos. Según la RAE:

sexo.

(Del lat. sexus).

1. m. Condición orgánica, masculina o femenina, de los animales y las plantas.

2. m. Conjunto de seres pertenecientes a un mismo sexo. Sexo masculino, femenino.